El Tribunal de Justicia de la ONU se planta por primera vez ante el discurso del odio: “Que cese la incitación y promoción del odio racial.”

ROBIN VAN LONKHUIJSEN (EFE)
Publicado en El País.
La Haya – 01 ENE 2022 – 02:
El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ), con sede en La Haya, ha elevado su voz ante el fenómeno del discurso del odio después de que Armenia y Azerbaiyán, países vecinos y enfrentados en la región de Nagorno Karabaj, solicitaran la adopción de medidas de emergencia por presuntas violaciones del otro bando del tratado de la ONU que prohíbe la discriminación racial. La última escalada bélica entre los dos países, a finales del pasado año, costó la vida a más de 5.000 personas. El cese de hostilidades firmado entre las partes incluyó el despliegue de 2.000 soldados rusos como fuerzas de paz en el enclave.
Los insultos entre armenios y azerbaiyanos se han convertido en un componente primordial de las demandas presentadas ante la justicia internacional. Términos como “bárbaros”, “animales” o “fascistas”, aparecen en los alegatos de ambos países. Los jueces de la máxima instancia judicial de Naciones Unidas han ordenado a ambas partes, en una orden provisional del pasado día 7, sin parangón en la historia del tribunal, que prevengan el odio racial mientras revisan el caso.<CW9>
Los discursos del odio, que afloran tanto en sociedades democráticas como en regímenes autoritarios, amenazan los derechos humanos al fomentar la discriminación y el racismo y tensan el ejercicio legítimo de la libertad de expresión. Aireados en arengas políticas o en las redes sociales, generan un ambiente de intolerancia que puede incitar a la violencia. Aunque el tribunal no tiene capacidad para forzar el cumplimiento de estas medidas cautelares, son vinculantes para los litigantes. De ahí su solidez, pero también sus limitaciones. En este caso, los jueces no han distinguido entre los improperios de armenios o de azerbaiyanos, sino que exigen —por unanimidad— la aplicación de disposiciones para que cese la incitación y promoción al odio racial.
“Es la primera vez que el tribunal dicta medidas cautelares tan claras en esta materia. No se trata solo de que este discurso sea ilícito. Es que también crea el clima necesario para que se cometan otros abusos o violaciones. A las partes les resultará difícil cumplir con todo lo ordenado hasta sus últimas consecuencias, pero es de esperar que se rebaje el tono del discurso público”, dice, en conversación telefónica, Asier Garrido Muñoz, profesor de Derecho Internacional Público en la Universidad de La Haya para las Ciencias Aplicadas.
Entre los ejemplos invocados en este caso destacan las palabras del presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíyev, para referirse a los armenios. Les ha llamado “bandidos”, “vándalos”, “fascistas”, “bárbaros”, “infieles con ropa negra”, “enemigos” y “de naturaleza cobarde”, así como “animales”. Por su parte, la agencia estatal armenia de noticias, ArmenPress, escribe que los azerbaiyanos “son tan bárbaros como los turcos”. “No son dignos de estar en la Tierra” es otra de las expresiones que han manejado los jueces. Para Garrido Muñoz, resulta desconcertante “el cruce de acusaciones basadas en una similar intención denigrante”. “Hay diferencias en sus argumentos, pero en esencia observamos la misma deshumanización del vecino, al que consideran una amenaza”, reflexiona el experto. En el litigio se ha invocado la Convención sobre la Eliminación de la Discriminación Racial, de la que son parte Armenia y Azerbaiyán.