Eva Borreguero en El País 23/10/19:
“…) la estruendosa aclamación “somos gentes de paz” y las “marchas por la libertad “ abanderadas por un jovial Quim Torra, cual Gandhi encabezando la célebre Marcha de la Sal de 1930. Sólo le faltaba el gayato. Paradójicamente, y en parte a consecuencia de la estrategia del gobierno español de no caer en la provocación y mantener la respuesta policial un paso por detrás de los radicales callejeros, se ha producido un efecto bumerán que ha sacado a la superficie la violencia de la pretendida “desobediencia civil”: el emperador está desnudo.”