La guerra en Gaza, una fuente de riqueza para la industria de las armas

 

Como sucedió en otras ofensivas sobre la Franja, se estima que crecerán las ventas militares de Israel

Por Rubén Guillemi  | Para LA NACION

Con su enorme cantidad de muertos y destrucción, el enfrentamiento entre Israel y los palestinos reporta enormes ganancias para la industria de la guerra en todo el mundo.

Oficialmente el gobierno israelí estimó hace algunos días en unos 100 millones de dólares los gastos diarios de la operación en Gaza. Y del lado palestino, el contrabando hormiga para armar misiles caseros generó incluso una clase rica que se mueve en sus autos Mercedes-Benz en la empobrecida Gaza y en las ciudades vecinas en Egipto.

«Si uno no aborda la cuestión de las ganancias económicas que deja la guerra, queda afuera un factor importante que incide en las decisiones», dijo a LA NACION el economista israelí Shir Hever, autor del libro La economía política de la ocupación israelí.

Los periódicos enfrentamientos y las amenazas a su existencia desde su nacimiento como Estado en 1948 fueron convirtiendo a Israel en el país con mayor proporción de su economía dedicada al complejo militar-industrial, que representa por lo menos el 5% del PBI.

Según dijo en su momento el ex primer ministro Ehud Barak, uno de cada diez hogares depende de la industria militar. Esto hace muy difícil el delineamiento de la frontera entre las decisiones políticas puras y los intereses económicos en juego.

«No se puede negar tampoco que hay muchos ex altos funcionarios, como por ejemplo el ex primer ministro Barak, que ahora son hombres de negocios que trabajan en estrecha relación con la industria bélica», dijo el economista Hever.

En una paradoja cruel, las exportaciones militares de Israel aumentan enormemente luego de cada conflicto. En esta última década, en las que, con la actual, hubo tres guerras entre Israel y Hamas, sus ventas al exterior de material bélico crecieron de 2000 a 8000 millones de dólares. Y ya representan el 10% de las exportaciones globales de armamentos.

Hace algunos años, en la inauguración de una feria de armamentos que siguió a la intervención en Gaza de 2009, el entonces ministro de Defensa, Benjamin Ben Eliezer, fue franco. «A la gente le gusta comprar cosas que han sido bien testeadas. E Israel vende armas que han sido bien probadas. Nosotros podemos decir que hemos utilizado este equipamiento durante diez o 15 años. Por eso la demanda es tremenda. Y esto aporta miles de millones de dólares al país.»

Las tres empresas bélicas más importantes, Israel Aerospace Industries IAI, Elbit Systems y Rafael, también afirman como carta de presentación en sus páginas web que sus armas fueron «probadas en el campo de batalla».

Una de las «estrellas» de las últimas intervenciones militares en Gaza es sin dudas el sistema antimisilístico conocido como Domo de Hierro, que destruyó en el aire la mayor parte de los cohetes palestinos. Y el novedoso equipamiento tiene ya un nuevo comprador.

El ministerio de Defensa de la India, que había firmado en 2009 un contrato por 1100 millones de dólares para comprar a Israel un sistema de misiles de defensa aérea, acordó trabajar de forma conjunta para construir un proyecto similar al Domo de Hierro en el norte indio.

El domingo 13 de julio, la empresa IAI, que venía de un año con malos resultados, también tuvo una fuerte alza de sus acciones en pleno bombardeo sobre Gaza, al anunciar un acuerdo por 345 millones de dólares para una venta al exterior de sus sistemas electrónicos bélicos.

En Estados Unidos, el principal aliado de Israel, el complejo industrial militar es considerado uno de los lobbies más poderosos, y sus exportaciones aportan 100.000 millones de dólares anuales a la economía norteamericana. Y el funcionamiento conjunto del lobby de la industria bélica y el proisraelí permite seguir asegurando 3000 millones de dólares anuales de ayuda militar a Israel.

«Es un vínculo beneficioso en las dos direcciones», explicó a LA NACION el doctor Guy Ziv, de la American University, de Washington, especialista en las relaciones con Medio Oriente.

«El gobierno norteamericano se beneficia enormemente de este acuerdo. Israel es un país con gran experiencia en el campo de la inteligencia y la ciberdefensa. Y todo eso es muy útil para los Estados Unidos, especialmente después del 11 de septiembre de 2001», agregó.

A propósito del difícil equilibrio entre paz y guerra en un mundo hostil, el doctor Ziv recordó el histórico discurso de despedida en 1961 del presidente Dwight Eisenhower cuando dijo que el potencial militar de su país era un «elemento vital» para garantizar la paz.

«Pero creo que estamos llegando al momento que tanto temía Eisenhower cuando agregó que jamás había que dejar que la industria de armamentos tenga una «influencia injustificada» en las decisiones del gobierno», concluyó Ziv.

Pese a la presión de ?la comunidad internacional para lograr un alto el fuego, Israel y Hamas continuaron ayer los enfrentamientos, que dejaron otros ocho palestinos muertos en la Franja de Gaza. Israel lanzó 49 ataques aéreos en Gaza, mientras los militantes de Hamas dispararon 23 cohetes contra Israel. Desde el 8 de julio, el conflicto dejó 1900 palestinos y 67 ?israelíes muertos.

Al término de esta ?nueva jornada de enfrentamientos, fuentes palestinas indicaron que las negociaciones para establecer un alto ?el fuego se reanudarían hoy en El Cairo. Poco antes, Francia, Gran Bretaña y ?Alemania llamaron a Israel ?y a los palestinos a un alto el fuego inmediato a través de un comunicado firmado por los respectivos ministros de Relaciones Exteriores.