
Por Carmen Morán Breña
La bofetada ha debido de doler. Ocurre con las que llegan por donde menos se las espera. ¡Pum! Con toda la mano abierta. Fue de este modo: el presidente mexicano anunció, días antes de los fastos patrios, que hablaría de Ucrania y toda la prensa aguzó el oído. Con la solemnidad festiva de una parada militar, el viernes pasado llegó el discurso: Andrés Manuel López Obrador planteó la creación de un comité en la ONU integrado por el presidente de la India y el papa del Vaticano para iniciar conversaciones con el objetivo de alcanzar una tregua en la guerra que asola Ucrania. Es por la paz, para que no haya más sufrimiento y se recuperen las economías del mundo, aseguró el mexicano.
Narendra Modi, calladito. El papa Francisco, ni mu. Y de repente, se oye el guantazo.
Llegaba desde Ucrania, el sábado, tiempo a Rusia para renovar las reservas antes de la próxima ofensiva? Entonces es un plan ruso”, dejó caer como una bomba Myjailo Podolyak, asesor de Zelenski. Después de meses de desolación, las tropas ucranias han recuperado, en los últimos días, 8.000 kilómetros cuadrados del territorio invadido por los rusos. Quizá no era el momento de hablar de treguas.
¿Qué no había entendido Zelenski del mensaje que llegaba de México? Por si acaso, López Obrador volvió a publicar el discurso completo en las redes sociales, el campo de batalla usado por ambos. (Si hubo métodos más diplomáticos para templar el asunto fueron eficaces, porque no se conocieron). El mexicano reiteró que su compromiso era con la paz y nada más que con la paz y el bienestar de los pueblos del mundo.
Pero el ucranio lo había interpretado muy de otro modo: “Los pacificadores que usan la guerra como tema para sus propias relaciones públicas solo causan sorpresa», atacó Podolyak en Twitter. Qué enredo. Pero si precisamente había sido López Obrador el que acusó a las grandes potencias “de posicionarse ante el conflicto solo para servir a sus propios intereses”, Y ahora salían con esa… Pues ni modo. ¿Quieres pelea? El presidente mexicano zanjó el asunto: “Muchos no conocen [mi propuesta de paz] y otros la desechan debido a sectarismos o intereses de élite”. ¡Toma de vuelta! Menudo sábado.
Con tanta tensión acumulada, será el canciller Marcelo Ebrard el que tendrá que presentar el proyecto este martes ante las Naciones Unidas, donde el capítulo central será la terrible guerra. A buen seguro, Modi no tendrá ganas de hablar del asunto. Y el Papa… pues debajo del solideo. Zelenski ha obtenido permiso para dirigirse a la Asamblea de la ONU por videoconferencia, quizá es un alivio para Ebrard, pero qué va, vía telemática también puede arreciar, como se ha visto en Twitter. El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, sí andará por allí. A ver cómo acaba todo esto…