Ucrania: La Asamblea General adopta una resolución humanitaria que exige a Rusia el cese inmediato de hostilidades

El texto patrocinado por 90 países, entre ellos Ucrania, derrotó a la propuesta de Sudáfrica, que no se llegó a votar y que no mencionaba a Rusia. La resolución adoptada obtuvo 140 votos a favor, cinco en contra más 38 abstenciones.

La Asamblea General de la ONU adoptó este jueves (24/3/22) una resolución para la ayuda humanitaria en Ucrania que exige el cese inmediato de hostilidades por parte de Rusia, así como todo ataque contra la población o infraestructura civiles.

El texto, que estaba copatrocinado por 90 países, obtuvo 140 votos a favor, cinco en contra – Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Rusia y Siria-, y 38 abstenciones.

El documento fue impulsado por Francia y México, que primero intentaron presentarlo ante el Consejo de Seguridad sin obtener el consenso necesario, y consiguió que decenas de países, entre ellos Ucrania, se adhirieran a su patrocinio en la Asamblea General.

En sus disposiciones, la resolución también exige la protección de los civiles, incluidos el personal humanitario, los periodistas y los colectivos más vulnerables, como mujeres y niños.

Otra exigencia es que se proteja a los civiles que huyan de los enfrentamientos y se les permita el paso seguro sin obstáculos ni discriminación de ningún tipo.

Además, estipula que se garantice el acceso irrestricto al personal y suministros humanitarios, y demanda el fin del asedio a las ciudades como Mairupol.

El texto condena las violaciones de las leyes internacionales humanitarias y de derechos humanos y exhorta a las partes a respetar el derecho internacional, haciendo mención específica de las Convenciones de Ginebra de 1949.

Asimismo, llama a financiar el Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU y al plan regional de respuesta para los refugiados de Ucrania en los países vecinos.

En otro punto, alienta a continuar las negociaciones entre todas las partes e insta a la resolución pacífica inmediata del conflicto entre Rusia y Ucrania a través del diálogo político y otros medios de conformidad con el derecho internacional.

Debate de la resolución

Durante el debate de la resolución, el embajador de Ucrania, Sergiy Kyslytsya, criticó lo que denominó «guerra no provocada e injustificada» de Rusia, que ha «dividido en dos partes» la vida de millones de sus compatriotas.

Pintó un panorama sombrío de gente hambrienta, ciudades arrasadas y países vecinos, que están proporcionando ayuda, al límite.

El embajador Olof Skoog, jefe de la delegación de 27 miembros de la Unión Europea (UE) -que incluye a la mayoría de los países de primera línea que acogen a millones de refugiados ucranianos- dijo que era «desgarrador ver cómo se desarrolla otra catástrofe humanitaria ante nuestros ojos», que se suma a las de Afganistán, Siria, Yemen, Etiopía, Sudán y otras partes del mundo.

«En lugar de unirse a los esfuerzos internacionales para curar las heridas existentes, Rusia está abriendo otras nuevas», afirmó.

Por su parte, el embajador ruso Vasily Nebenzya señaló que el texto ucraniano pintaba «una imagen falsa y unidimensional» de lo que está ocurriendo, ignorando las causas de la crisis de Ucrania y el papel de Occidente en la utilización del país como peón «en un juego geopolítico contra Rusia».

Después hizo un llamamiento a «todos los países con mentalidad correcta» para que apoyaran el proyecto propuesto por Sudáfrica, que no contenía, aseguró, ningún elemento político.

Votación del proyecto de resolución humanitaria respaldado por Ucrania.

Votación del proyecto de resolución humanitaria respaldado por Ucrania.

UN web TV

Propuesta sudafricana

El proyecto de resolución promovido por Sudáfrica,  que no mencionaba el papel de Rusia en la guerra, pedía el cese negociado e inmediato de las hostilidades por todas las partes en el conflicto, y alentaba el diálogo político, las negociaciones, la mediación y otras vías pacíficas para lograr una paz duradera.

Al presentar su proyecto al pleno de la Asamblea, la embajadora de Sudáfrica ante la ONU afirmó que las divisiones políticas entre los Estados miembros evidencian que la respuesta humanitaria es secundaria a los intereses políticos.

“Lo que debemos hacer con urgencia es actuar como comunidad internacional para acabar con la guerra. La guerra no tiene ganadores, los héroes son quienes trabajan por la paz”, dijo Mathu Joyini.

En general, las disposiciones del borrador sudafricano coincidían con la resolución adoptada en cuanto a las cláusulas humanitarias referentes a proteger a los civiles y permitir su evacuación voluntaria y sin trabas, llamando a las partes a acordar pausas humanitarias con ese propósito.

Voto de procedimiento

Antes de que se procediera a votar el texto, Ucrania solicitó que se votara si era procedente continuar con el procedimiento.

El resultado fue 50 votos a favor, 67 en contra y 36 abstenciones. Para ser votadas, las propuestas requieren el apoyo de dos tercios de los Estados, por lo que el texto no se votó.

Explicaciones del voto

Durante las explicaciones de voto, varios países lamentaron esta decisión, argumentando que se trataba de un proyecto que no supeditaba las cuestiones humanitarias a las políticas. Entre la lista de las naciones de esta opinión se contaron  algunos que habían respaldado la resolución aprobada.

Tal fue el caso de Brasil, cuyo embajador ante la ONU, Ronaldo Costa Filho, deploró que el mundo esté dividido frente a una situación tan grave.

“Hubiéramos preferido un texto elaborado plenamente humanitario con consultas amplias y no un documento presentado como hecho consumado que contiene claramente lenguaje divisivo”, abundó e insistió en que las crisis humanitarias no se deben politizar.

De la misma opinión fueron Iraq y Jordania, entre otros. Irán, Laos e India, se contaron entre los países que se abstuvieron en la votación y que se pronunciaron en este sentido.

China, otra de las abstenciones aseveró que la propuesta de Sudáfrica era más propicia para una implementación en el terreno. Asimismo, subrayó que los países en desarrollo no son parte de este conflicto y que no se les debe arrastrar a él ni obligárseles a tomar partido.

El representante permanente de China, Zhan Jun, indicó además que su país continuará desempeñando un papel que facilite las conversaciones entre las partes.

La de hoy fue la undécima reunión de emergencia que tiene lugar en la historia del mayor órgano de debate de las Naciones Unidas.

Las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, pero reflejan la posición de los 193 Estados miembros de la ONU. La sesión de especial de emergencia y la decisión de la Asamblea se produjo a un mes del inicio de la guerra en Ucrania y luego de que ayer no prosperara en el Consejo de Seguridad un proyecto de resolución humanitaria impulsado por Rusia, que obtuvo dos votos de respaldo -el propio y el de China- y la abstención de los otros trece integrantes del Consejo.

Críticas a la decisión de los talibanes de mantener el veto a la educación para las niñas de secundaria


@ UNICEF/Rezayee
En el Afganistán, el UNICEF trabaja en la matriculación y la retención de los niños más vulnerables, especialmente los que no asisten a la escuela y las niñas.

La Alta Comisionada para los derechos humanos y la directora de UNICEF han criticado la decisión de los talibanes de mantener a las estudiantes de secundaria sin poder asistir a la escuela en Afganistán.

Michelle Bachelet dijo que el incumplimiento por parte de las autoridades de facto de los compromisos de reabrir las escuelas para las niñas a partir del sexto grado se produce a pesar de los reiterados compromisos, incluso durante su visita a Kabul hace dos semanas. “Es profundamente perjudicial para Afganistán”, sostuvo Bachelet.

UNICEF considera que la decisión es “un gran retroceso para las niñas y su futuro” e insta a las autoridades de facto “a que cumplan su compromiso” “sin más demoras”.

La guerra en Ucrania es imposible de ganar, la única salida es negociar la paz, asegura Guterres

A punto de cumplirse un mes del inicio de la invasión de Rusia en Ucrania está claro que la guerra “no va a ninguna parte” ha asegurado el Secretario General de la ONU en una declaración a los periodistas en Nueva York.

“Durante más de dos semanas, la ciudad de Mariupol ha sido cercada por el Ejército ruso y contantemente bombardeada y atacada. ¿Para qué? Incluso si Mariupol cae, Ucrania no puede conquistarse ciudad a ciudad, calle a calle, casa a casa. El único resultado de todo esto es más sufrimiento, más destrucción y más horror”, dijo António Guterres.

Sin embargo, el titular de la ONU aseguró que no podemos perder la esperanza y ofreció un rayo de luz cuando dijo que, a partir de sus contactos con diversos actores, puede vislumbrar elementos de progreso diplomático en varias cuestiones clave. 

En su opinión, hay suficiente sobre la mesa para cesar las hostilidades y negociar seriamente.

“Esta guerra no se puede ganar. Tarde o temprano, tendrá que pasar del campo de batalla a la mesa de paz. Esto es inevitable. La única pregunta es: ¿Cuántas vidas más deben perderse? ¿Cuántas bombas más deben caer? ¿Cuántos más Mariupols deben ser destruidos? ¿Cuántos ucranianos y rusos más morirán antes de que todo el mundo se dé cuenta de que esta guerra no tiene ganadores, sino sólo perdedores?”, concluyó el Secretario General.

La ONU reitera “la importancia de mantener el pleno compromiso” con el proceso político en el Sáhara Occidental

ONU/Martine Perret
El personal de mantenimiento de la paz está destinado en el Sáhara Occidental desde 1991, cuando se estableció la misión de la ONU, la MINURSO.

La ONU ha reiterado “la importancia de mantener el pleno compromiso con el proceso político facilitado por la ONU” en el Sáhara Occidental, de acuerdo con la resolución 2602 y otras resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad.  

El enviado personal del Secretario General para el Sahara Occidental, Staffan de Mistura, se ha reunido este lunes con el ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, después de que el gobierno de Pedro Sánchez decidiera apoyar el plan de autonomía de Marruecos.

“Creemos que es muy importante que todas las partes interesadas en esto sigan apoyando su trabajo (del enviado especial) y nuestro enfoque basado en estas resoluciones”, dijo el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric.

La resolución 2602 del Consejo de Seguridad, de 2021, “pone de relieve la necesidad de alcanzar una solución política a la cuestión del Sáhara Occidental que sea realista, viable, duradera y aceptable para todas las partes” y “exhorta a las partes a que reanuden las negociaciones bajo los auspicios del Secretario General”.

Mariupol denuncia que Rusia ha deportado a la fuerza a miles de sus habitantes

El Ayuntamiento de la ciudad asegura que las fuerzas rusas se han llevado «a la fuerza» a miles de sus ciudadanos a puntos remotos de Rusia

El ayuntamiento de Mariupol ha denunciadoque la semana pasada las fuerzas rusas deportaron por la fuerza a varios miles de personas de la ciudad, llevándolos a puntos remotos de Rusia. «Durante la semana pasada, varios miles de residentes de Mariupol fueron deportados al territorio ruso», ha asegurado el ayuntamiento de la ciudad en un comunicado difundido a través de su canal de Telegram. Sin embargo, Moscú hablaba de «refugiados» que habían decidido marchar rumbo a Rusia a causa de la guerra en Ucrania.

«Los ocupantes se llevaron ilegalmente a personas del distrito de Livoberezhniy y del refugio en el edificio del club deportivo, donde más de mil ciudadanos (en su mayoría mujeres y niños) se escondían de los constantes bombardeos», asegura.

Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha anunciado este domingo de madrugada que durante laley marcial en vigor se suspende la actividad de varios partidos políticos, ante la guerra a gran escala emprendida por la Federación Rusa y los vínculos de algunos de ellos con este país.

Putin y los crímenes de guerra

La intervención del Tribunal Penal Internacional reduce las posibilidades de dejar impune la actuación del líder ruso

Publicado en El País, 19/3/22

Cada vez es un poco menos cierto que la verdad es la primera víctima de una guerra. Hoy, la documentación gráfica y filmada de la monstruosidad que se abate sobre Ucrania es ingente e ingobernable en las redes sociales y mientras internet funcione. La destrucción del teatro de Mariupol donde se refugiaban cientos de civiles, el bombardeo de un hospital de maternidad o las imágenes con miles de edificios desventrados por los impactos de la artillería han recorrido los móviles y las pantallas de todo el mundo.

Desde el jueves esas imágenes y testimonios empiezan a engrosar la investigación que impulsa el Tribunal Penal Internacional (TPI) tras su visita el miércoles a Lviv, el mismo día en que la ciudad recibía el primer fuego de artillería registrado en una zona muy próxima a la frontera polaca. La delegación encabezada por Karim Kahn, fiscal jefe del tribunal, visitó sobre el terreno Ucrania y mantuvo una entrevista telemática con el presidente Zelenski para iniciar formalmente la investigación destinada a juzgar los presuntos crímenes de guerra cometidos por Putin. Daba cumplimiento así el TPI al anuncio realizado el 28 de febrero de impulsar una investigación por primera vez en un conflicto armado en territorio europeo.

Un crimen de guerra es aquel que somete a un sufrimiento humano y material arbitrario e indiscriminado a la sociedad civil sin que haya justificación militar para ello. El tribunal aspira a determinar la responsabilidad penal individual de quien lo haya cometido u ordenado cometer. La investigación había sido solicitada por 39 miembros del tribunal, entre ellos España, y el jueves la oficina del alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, respaldó la persecución de los “perpetradores” de los delitos, “así como los cargos políticos y los líderes militares” responsables de ellos. Han sido numerosos los líderes occidentales que han acusado a Putin de crímenes de guerra en los últimos días y ahora será el tribunal permanente encargado de juzgarlos el que recabará los datos para la investigación. Termine como termine esta inhumana guerra de Ucrania, Putin tendrá un futuro más tenebroso porque en numerosos países miembros del TPI correrá el riesgo de ser detenido. El propio Zelenski ha pedido a su población que conserve sus vídeos y grabaciones para documentar los crímenes de guerra y ayer se habían abierto ya cerca de 2.000 denuncias por crímenes de guerra en la Fiscalía General de Ucrania, de acuerdo con el Estatuto del tribunal. Afectan a unos 70 cargos políticos y militares rusos.

Ninguna guerra ha sido retransmitida en directo con la nitidez, dramatismo e instantaneidad de esta, y esa puede ser la auténtica losa que persiga a Putin el resto de su vida. La impunidad de tantas causas vistas en un tribunal que en 20 años apenas ha obtenido nueve condenas puede quedar sustancialmente reducida por la celeridad del proceso de documentación, por la ingente cantidad de pruebas y por la flagrante violación de los derechos humanos que Putin ha emprendido sin miedo a testimonios y en pleno desacato a la legislación internacional. Esta vez, el Tribunal Penal Internacional tiene la oportunidad de juzgar en directo y no a posteriori, ni con condenas demasiadas veces simbólicas, delitos que sacuden día a día la conciencia cívica y democrática europea.

Ucrania, también una cuestión de valores

Ante la masacre no cabe sino apoyar a fondo perdido al pueblo agredido y también valorar algunos principios de la Unión como la hospitalidad y la toma de conciencia de su responsabilidad como actor mundial

Adela Cortina, Publicado en El País, 18/3/22

El 24 de febrero Vladímir Putin invadió Ucrania. Había asegurado públicamente que no tenía intención de hacerlo, pero más tarde se supo que el 18 de enero ya había decidido la invasión. Los esfuerzos de Macron por dialogar y alcanzar acuerdos no podían tener ningún éxito, y, sin embargo, es preciso dejar constancia de que recurrir a la deliberación y al diálogo en lo posible es la tarea que cumple al hombre que —como diría Max Weber— tiene vocación política, mientras que la mentira sistemática es el recurso del tirano acostumbrado a manipular todo en beneficio propio, empezando por la palabra, con lo cual destruye toda posibilidad de generar confianza y una convivencia justa. Decía Lenin que la confianza es buena, pero el control es mejor, y, sin embargo, sin una confianza básica es imposible un mundo humano.

Naturalmente, tras el atropello proliferaron las especulaciones sobre los motivos de Putin para destrozar un país que, con todas sus complejidades, vivía en paz, y afloraron el afán de recuperar el mapa de la antigua Unión Soviética, evitar la ampliación de la Unión Europea y frenar la expansión de la OTAN, vengar antiguas humillaciones, o demostrar que se es un vozhd, un jefe o caudillo, como dijo de Putin Juan Francisco Fuentes en las páginas de este diario hace algún tiempo. Pero conviene recordar que estos, sean los que sean, son motivos subjetivos, no razones. Los motivos permiten comprender hasta cierto punto las actuaciones de los individuos, pero no las justifican, porque para justificarlas se necesitan razones, argumentos sobre los que sea posible discutir y que se puedan aceptar o rechazar. Ninguno de los motivos mencionados es una mínima razón para destrozar un país pacífico, pero lo que los hace más peligroso es que son los de un autócrata con un notable poder.

La palabra autocracia es un tanto críptica, pero el Diccionario de la RAE expone su significado con mucha claridad: forma de gobierno en la cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley. Por desgracia, la brutal agresión de Putin es una prueba más de que uno de los grandes desafíos de nuestro siglo es el empoderamiento de las autocracias y el debilitamiento de las democracias, como si no hubiéramos aprendido nada del sufrimiento que causaron las del siglo pasado, de ese “mundo de ayer” del que hablaba Stefan Zweig.

Ante la masacre, ya inevitable, la primera pregunta es qué hacer y no cabe sino apoyar al pueblo ucranio a fondo perdido con todos los medios disponibles, desde sanciones a Rusia, armas y, por supuesto, acogiendo a los refugiados. Pero también aprender de algunas buenas noticias: el valor del pueblo ucranio, sea cual sea el final de la contienda, ha mostrado que la resistencia valerosa ante los tiranos resulta fecunda, y, en una línea muy semejante, las protestas que han surgido en el pueblo ruso con ese “no en mi nombre” de quienes rechazan identificarse con el caudillo. Esa es la verdadera herencia de la tradición de Dostoeivski, Tolstói Grossman.

Pero hay una noticia que concierne especialmente a la Unión Europea: se dice que ha nacido la Unión Europea Geopolítica en ese orden internacional que ahora lideran Estados Unidos y China, con Rusia al fondo. La Unión Europea ha tomado conciencia de su responsabilidad como protagonista en el orden mundial y, por tanto, ha de estrechar la unidad interna y las relaciones externas, asumir una política exterior común, buscar la autonomía estratégica para no depender de otros en productos vitales, como los sanitarios o las fuentes de energía —cero gas de Rusia—, o reducir la burocracia inmisericorde.

Pero lo que da sentido a estos mecanismos son los valores éticos por los que la Unión Europea optó desde su creación: la defensa de una democracia vigorosa, a la vez liberal y social, que apuesta por los derechos de las personas concretas, por su irrenunciable libertad, y nunca por las colectividades asfixiantes que matan la vida, pero es consciente también de que la libertad no se conquista en solitario, sino en solidaridad con las demás personas, que son iguales en dignidad y ciudadanas de un mundo común. Libertad, solidaridad e igualdad son esos valores irrenunciables, que compartimos con los demás países democráticos, y muy especialmente con los de América Latina. Frente al comunismo capitalista chino, evidentemente autocrático, y frente al neoliberalismo estadounidense, el socialismo liberal o el liberalismo social es la mejor opción.

Sin embargo, no se trata de reproducir una lucha de civilizaciones que enfrenta los valores de Occidente a los de Oriente, porque tal cosa no existe. Existe el enfrentamiento entre los valores de las democracias y las autocracias, sea cual sea su situación geográfica. Japón, Corea del Sur o Taiwán cuentan entre las primeras, Rusia, China, Venezuela o Nicaragua, entre las autocracias. Construir un mejor futuro exige promover los valores democráticos, con palabras, pero sobre todo con hechos, demostrando que creemos en ellos porque ofrecen posibilidades de una vida más plena que los valores autocráticos. Y es que en la configuración de las instituciones políticas, jurídicas, económicas y sociales de cualquier sociedad se encarnan siempre unos valores éticos y es decisivo que sean unos u otros. Las democracias han de contar con instituciones sólidas, con una ciudadanía madura, capaz de discernir, con políticos responsables y veraces.

Uno de esos valores europeos es la hospitalidad, que afortunadamente se ha activado ante el éxodo de los refugiados ucranios con una medida sin precedentes por parte de la Unión Europea de apoyar el traslado y la acogida en países de la Unión de cuantos se ven obligados a salir de Ucrania a causa de la guerra. Es una espléndida medida de solidaridad, a la que se han sumado organizaciones solidarias, voluntarios y familias de acogida. Según las previsiones, el número de refugiados puede alcanzar los cuatro millones, una cifra que están preparándose para asumir los distintos países de la Unión. Qué duda cabe de que la solidaridad une.

Sin embargo, algunas voces se han alzado acusando a la Unión Europea de dar un trato muy diferente a los refugiados e inmigrantes procedentes del norte de África. Hace décadas que también huyen de la guerra y la miseria, pero mueren a diario y cuando llegan a nuestros países la integración es sumamente compleja. A mi juicio, las críticas tienen razón, pero sólo en parte, porque no se trata de restar fuerza a una experiencia de solidaridad sumamente valiosa y fecunda, que está salvando vidas y evitando sufrimiento, sino de extenderla. Y sobre todo de poner sobre el tapete que el problema de asilo y refugio es un desafío local y global tan urgente al menos como la pandemia o el cambio climático, aunque sea menos célebre.

Bien lo sabe la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) que conoce una infinidad de migraciones, como la de los más de seis millones de venezolanos que han abandonado en los últimos tiempos su país.

¿No tendrían que ocuparse de ello esa inmensa cantidad de organismos nacionales e internacionales que ni resuelven los problemas en los países de origen ni posibilitan la integración de los desplazados en los países de llegada? ¿No estamos demostrando con este olvido de los más vulnerables que en Occidente y en Oriente estamos bajo mínimos de humanidad?

Adela Cortina es catedrática emérita de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, directora de la Fundación ÉTNOR y autora de Ética cosmopolita (Paidós).

La Corte Internacional de Justicia ordena a Rusia que suspenda inmediatamente las operaciones militares en Ucrania

16/3/22

El tribunal está profundamente preocupado por el uso de la fuerza por parte de Rusia en Ucrania, que plantea cuestiones muy graves de derecho internacional, y señala que “no está en posesión de pruebas que justifiquen la alegación de la Federación de Rusia de que se ha cometido un genocidio en territorio ucraniano”.

Rusia debe suspender inmediatamente las operaciones militares iniciadas el 24 de febrero pasado en territorio ucraniano, ordenó este miércoles la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el principal órgano judicial de las Naciones Unidas.

Esta es una de las principales conclusiones preliminares de la Corte sobre la solicitud urgente de medidas provisionales presentada el 26 de febrero por Ucrania luego de la incursión militar rusa en su territorio dos días atrás.

Rusia sustentó la invasión en afirmaciones de que el gobierno ucraniano estaba cometiendo un genocidio en Donetsk y Luhansk en virtud de la Convención sobre la prevención y sanción de ese crimen.

Además de la suspensión de las acciones militares, decisión tomada por 13 votos a favor y dos en contra, en la lectura del dictamen, la presidenta de la Corte, la jueza Joan Donoghue, de Estados Unidos, anunció que Rusia debe garantizar, además, que ninguna de sus unidades armadas militares o grupo irregular, organización o individuo que pudiera estar apoyando promueva acciones militares relacionadas con la incursión rusa en cuestión.

En este punto mencionó las declaraciones del embajador ruso ante la ONU en el sentido de que las Repúblicas de Donetsk y de Luhansk le habían pedido apoyo militar a su país.

La tercera medida provisional, respaldada unánimemente por los quince jueces integrantes del jurado, se refiere a que ambas partes deben abstenerse de cualquier acción que pueda agravar o extender o dificultar la disputa.

Al inicio de la sesión, la magistrada presidente indicó que la Corte “está consciente de la magnitud de la tragedia humana que tiene lugar en Ucrania”.

“El tribunal está profundamente preocupado por el uso de la fuerza por parte de la Federación de Rusia en Ucrania, que plantea cuestiones muy graves de derecho internacional”, dijo Donoghue.

UN Photo/ICJ-CIJ/Frank van Beek

Jueza Joan E. Donoghue, de Estados Unidos, presidenta de la CIJ, en una imagen de marzo de 2021

El tribunal no pide informes a Rusia

Con respecto a la petición ucraniana de dictaminar una medida provisional ordenando a Rusia presentar a la CIJ informes semanales sobre las provisiones tomadas para cumplir con el fallo de hoy, “la Corte se abstiene”, dijo la magistrada.

La jueza recordó que el dictamen preliminar es vinculante y que “de ninguna manera prejuzga la cuestión de la competencia de la Corte para conocer el fondo del caso o de cualquier cuestión relativa a la admisibilidad de la demanda”. Asimismo, apuntó que tanto Ucrania como Rusia tienen derecho a presentar argumentos sobre el tema.

La Corte reportó que Rusia no asistió a la audiencia inicial del caso, celebrada el 4 de marzo, y notó que sus representantes tampoco estaban presentes en la sesión de hoy. No obstante la ausencia, informó haber recibido el 7 de marzo un documento en el que Rusia argumenta que ese órgano judicial no tiene jurisdicción sobre el caso ya que había explicado a la ONU su operación militar por motivos de legítima defensa en Ucrania.

La Corte sí tiene jurisdicción sobre el caso

En este sentido, señaló que la Corte no cuenta con pruebas que respalden las imputaciones que hace Rusia de que Ucrania lleva a cabo un genocidio en Donetsk y Luhansk y añadió que en cualquier caso, es dudoso que la Convención sobre Genocidio otorgue autoridad para el “uso unilateral de la fuerza en el territorio de otro Estado”.

“La Federación de Rusia sostiene que la Corte carece de jurisdicción para ocuparse del caso y le solicita que se abstenga de indicar medidas provisionales y que elimine de su lista el caso”, citó Donoghue de la carta enviada por Rusia.

Agregó, no obstante, que “el tribunal considera que Ucrania tiene un derecho plausible a no ser objeto de operaciones militares” por parte de Rusia y aclaró que  “la no comparecencia de uno de los Estados interesados no puede constituir en sí misma un obstáculo” para llegar a un fallo provisional.

“El tribunal concluye que, en principio, tiene jurisdicción de conformidad con el artículo nueve de la Convención sobre Genocidio para analizar el caso”, argumentó Donoghue.

Como Estados parte de la Convención sobre Genocidio, tanto Rusia como Ucrania tienen la obligación de ajustarse a sus términos; sin embargo, según la Corte, “las partes no coinciden en la implementación” del instrumento y Rusia habría usado y abusado de las estipulaciones que contiene.

La Convención sobre el Genocidio fue adoptada el 9 de diciembre de 1948 y tiene 152 Estados parte. Rusia y Ucrania se adhirieron al instrumento en 1954

Puigdemont y la tuneladora

Hay grandes proyectos pagados con dinero público que acaban en el chatarrero y otros, en un palacete de Waterloo.

Publicado en El País, 17/3/22, por PABLO ORDAZ.

Hace 10 años justos, en marzo de 2012, llegó al puerto de Sevilla una tuneladora gigante. Medía 150 metros de longitud y su cabeza giratoria tenía 14 de diámetro. Había sido construida en Francia a la medida de un proyecto que ya entonces parecía de ciencia ficción: horadar un túnel a 40 metros de profundidad bajo el río Guadalquivir para la autovía de circunvalación SE-40. Durante cuatro días con sus noches, siete camiones de los grandes —incluido uno de 18 ejes— transportaron las 2.200 toneladas del ingenio despiezado a una parcela en Coria del Río, donde se construyó además una gran carpa climatizada para que la tuneladora —que fue bautizada como Guadalquivir, pero que enseguida recibió como mote El Bicho— aguardara en la orilla, calentita en invierno y fresquita en verano, a que llegara el día de entrar en acción. Allí sigue, tan a gusto, vigilada 24 horas por guardas de seguridad, mientras en Twitter se hacen eco de la noticia que publicó hace un par de días la edición sevillana de Abc: “La tuneladora de la SE-40, vendida al peso a un chatarrero”.

Estaba pensando en eso, en cuántas obras faraónicas pagadas con dinero público terminan fracasando y convertidas en chatarra, cuando empezaron a llegar tuits relacionados con las ruinas de otro proyecto imposible. En el primero aparece un vídeo de la sala de prensa del Congreso de los Diputados. Un periodista le pregunta a Gabriel Rufián sobre las supuestas reuniones de Puigdemont con emisarios del Kremlin para tratar de conseguir el apoyo de Putin al proyecto independentista. La respuesta del portavoz de ERC es sorprendente:

—Ustedes saben que yo intento no hablar nunca de Junts o de ese espacio de la antigua Convergència, pero con la que está cayendo lo voy a hacer. Creo que son señoritos que se paseaban por Europa reuniéndose con la gente equivocada, porque así durante un rato se creían que eran James Bond.

Rufián, como siempre que habla de algo que considera importante, repite la declaración palabra por palabra, y a continuación añade: “No nos representan. Y me estoy conteniendo. Porque es de una frivolidad terrible. Les puedo asegurar que era simplemente para hacerse un selfi en según qué despachos. Y las explicaciones las tienen que dar ellos y ellas. Es de una frivolidad terrible”.

En el segundo tuit aparece otro vídeo. Es de Gemma Nierga en su programa de La 2 de TVE. Entrevista a Clara Ponsatí, que era consejera de Enseñanza en el Gobierno de Puigdemont durante la declaración de independencia. La periodista le pregunta si la secesión es tan importante como para perder la vida. La eurodiputada de Junts per Catalunya no solo dice que sí, sino que advierte: “La secesión no se hará nunca si no se asume que puede provocar muertos”.

El tercer y último tuit se refiere a otra política de Junts, Laura Borràs. La hoy presidenta del Parlament desoyó los avisos que en varias ocasiones le hizo la jefa de administración de la Institució de les Lletres Catalanes en los que le advertía de que los contratos que estaba haciendo a un amigo suyo eran ilegales. Ahora Borràs está procesada por cuatro delitos de corrupción, pero dice que ella no hizo nada, que todo es un montaje de las cloacas del Estado.

Mientras todo esto sucede, la tuneladora sigue allí, bajo su carpa de Coria del Río, sin poder huir a Bélgica como hizo Puigdemont ni a Escocia como Ponsatí; sin ni siquiera disfrutar de la inmunidad que protegerá a Borràs. Hay proyectos faraónicos pagados con dinero público que terminan en el chatarrero y otros, en un palacete de Waterloo. Siempre ha habido clases.