8 de marzo: Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras  

La incorporación de las mujeres a las tareas públicas es uno de los hechos más modernizadores y trascendentes de las democracias del XX y XXI, por ello hoy resulta una buena ocasión para  celebrar este gran acierto y enriquecimiento de  la representatividad social. Para valorar el alcance de la llegada a las decisiones de esta otra mitad del género humano tan diferente. y  creativa.

Reflexionar sobre lo que va a suponer esta presencia es abrir perspectivas muy esperanzadoras dentro de una trayectoria, en la que hemos avanzado mas y mejor de lo que nunca pensamos  y en la que se está produciendo, serenamente, la mayor transformación social de las políticas de igualdad del ser humano.

Es cierto que en este largo camino que tantos años y trabajo nos está costando, sólo hemos comenzado a dar  los primeros pasos: Hemos llegado a la presente normalización  o paridad,  a través de las “políticas de igualdad” que necesitamos seguir manteniendo; a través de la  igual consideración y trato entre hombres y mujeres;  a través de la participación política como derecho democrático de la persona, indistintamente de que ella sea hombre o mujer.

Pero una vez alcanzada la presencia institucional equilibrada, es ahora cuando comenzamos a entrever su enorme potencial de cambio: su esperanzadora realidad diversa; la diferente impronta que le dan  representantes y gestores; o sus nuevos modelos y actitudes de cooperación hombre-mujer.

Celebremos hoy esta nueva dimensión política que abre la  participación de las mujeres en las instituciones, cargos y asociaciones  porque, de la mano de su incorporación, llegan las mejores perspectivas de acción conjunta en las diferentes facetas de la vida pública.

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María Izquierdo Rojo