Mujeres en política

La incorporación de las mujeres a las tareas públicas es uno de los hecho mas trascendentales y modernizadores de las democracias del XX y XI. En una conmemoración como la de hoy sobre Las Mujeres Trabajadoras, todos podríamos celebrar sin temor a equivocarnos el gran acierto que supone este enriquecimiento de la representatividad política y la importancia de la llegada a los cargos de decisión de esta otra mitad del género humano, tan diferente. y creativa. Hablar de lo que puede suponer para la política esta novedad decisiva es abrir perspectivas muy esperanzadoras dentro de una trayectoria en la que hemos avanzado mas y mejor de lo que nunca pensamos, y en la que se está produciendo, serenamente, una gran transformación social de las políticas de igualdad del ser humano.

Claro que en este largo camino que tantos años y trabajo nos ha costado, sólo hemos comenzado a dar los primeros pasos y es ahora cuando apenas si empezamos a entrever la dinámica transformadora que contiene: Hemos llegado a la presente normalización o paridad, a través de las denominadas “políticas de igualdad”, a través de la igualdad de consideración y trato entre hombres y mujeres, a través de la participación política como derecho democrático de la persona, indistintamente de que ella sea hombre o mujer.

Pero una vez que estamos alcanzando esta presencia política equilibrada, esta novel composición del sujeto político personal, estamos ya ante la evidente necesidad de adecuar ésta a la realidad de sus representantes y gestores. Estamos ya ante la exigencia de establecer nuevos modelos y actitudes con marcadas distancias respecto al pasado; de prever nuevas instancias de decisión conjunta hombre-mujer ; de trabajar en cooperación el enorme potencial de la diversidad y las diferencias. Los nuevos modelos han de recoger y reflejar las muy diferentes maneras de ser y de querer estar en el mundo y en la política; en definitiva se trata de un proceso que desencadena una dinámica de cambio que mejora la acción política y la va a adecuar a nuestros días.

Posiblemente se pondrán en marcha aquellos “nuevos modelos de decisión conjunta hombre-mujer” previstos ya en algunos foros internacionales hace años y la implementación de muchas políticas con nuevos contenidos y objetivos que derivan de la integración de las diferencias. Creo que el ciudadano hace tiempo que espera algo así de los políticos, espera que seamos capaces de adaptarla al día a día de sus necesidades. Todos mereceríamos que las entidades públicas se pusieran al día y aplicaran cuantas diferencias e innovaciones son enriquecedoras y recogen los cambios operados en este complejo mundo.

La nueva política aportará notables mejoras a las fórmulas tradicionales, tan monolíticamente masculinas y tan desacreditadas. Ahora el reto es invertir lo mejor de las diferencias y hacer que fructifiquen en instancias comunes; ir implantando un modelo conjunto, adecuado a la diversidad del amplio y complejo mundo actual. Este espacio paritario en el que ha de desarrollarse la política en el próximo futuro, está compuesto de hombres y mujeres, ambos, dispuestos a superar los caducos estereotipos discriminadores; políticos-as decididos a implantar nuevas maneras de representar y administrar la cosa pública; una política entendida como un espacio común de representatividad y gobernabilidad compartido por ambos.

Aún en la hipótesis, poco probable, de que en esta nueva etapa de la política paritaria lo único que cambiara fuera la propia presencia de las mujeres, creo que ya sería un buen avance respecto a la precedente, el pasar de una política excluyente y discriminadora de la diferencia (en las sociedades patriarcales y machistas el género femenino tiene la “otredad” de lo diferente) a un espacio político integrador, de convivencia de todos sus miembros. Pero ¿ por qué no confiar en los bienes que pueden derivarse de la milenaria cultura de paz, comprensión y acción protectora de las mujeres? En un estudio de la consultora McKingsey Quarterly en el que entrevistaron a 85 mujeres exitosas de todo el mundo, todas las entrevistadas compartían cinco claves fundamentales: motivación, positivismo, gestión de la energía, buenas conexiones y capacidad de riesgo. A lo cual yo añadiría: sutileza, ingenio, gobernanza, laboriosidad, etc..

En este 8 de marzo del 2009 señalaría pues en conclusión, que la nueva dimensión paritaria y compartida, de hombre y mujeres, en las tareas políticas no se quedará sólo en una cuestión de reparación de su presencia y representación, hecho ya en sí mismo fundamental, sino que inevitablemente va a ir activando e induciendo nuevas transformaciones conducentes a la mejora en el ejercicio de la política.

María Izquierdo Rojo

Profesora Titular de Universidad

Ha sido: Diputada Constituyente, Secretaria de Estado y Erodiputada

Artículo publicado en Granada Hoy, el 7 de marzo del 2009

Cuestionario sobre Mujeres en la Transición

 Proyecto de investigación de la Diputación de Málaga y el Instituto Andaluz de la Mujer, sobre la participación de las mujeres malagueñas en movimientos sociales, políticos y sindicales en la Transición

Enviado por las profesoras: Eva Mª Gil, Encarnación Barranquero, Susana Guerrero y Gloria Arenas, recientemente fallecida

PARTICIPACIÓN EN MOVIMIENTOS SOCIALES O POLÍTICOS 

l        ¿Cuándo empieza su inquietud por el cambio social, por la lucha política o por la lucha por la igualdad?

Durante mi etapa de estudiante, especialmente en los dos últimos años y después siendo profesora en el Colegio Universitario de Málaga: Es decir,  inicié un proceso de concienciación ideológica que me llevó a participar en los movimientos de defensa de la Democracia uniéndome informalmennte a los grupos que existían en el ámbito universitario. Después, ya profesora, participé activamente en el movimiento de los PNN (profesores no numerarios de uniersidad). Pero fué en 1973 cuando esa actitud de “no resignación ante la dictadura” cristalizó en un compromiso político y sindical, igresando en el PSOE y en la UGT.

 En este proceso dominó siempre en mí ese sentimiento de que no podía permanecer impasible ante aquella sociedad injusta y represiva. 

l         En esos comienzos, ¿cómo se sentía como mujer? ¿Era una persona más en el grupo o tenía conciencia de ser diferente por ser mujer?

      Mi conciencia  feminista  creo que va creciendo a medida que percibo la ausencia de mujeres en el ámbito político y sindical. Me faltaban al rededor las personas de mi género y vivía esto como una anomalía inadisible. Comencé a tratar el “tema de las mujeres”en todas mis intervenciones publicas (cosa que rara vez se hacía) animando a los hombres que iban a los mítines a que asociaran en su labor política a sus mujeres e hijas, lo cual fue teniendo  su eco ya que proguesivamente iba creciendo la presencia de mujeres en los mítines. A partir de entonces, yo misma comencé a ilustrarme sobre feminismo e historia de las mujeres, cuestión que  pasó a interesarme cada vez mas y mas.

      La diferecia mujer la siento constantemente en política, pues encuentro que los parámetros que rigen sus ambientes e instiruciones son muy dominantemente andróginos y creo que debemos comenzar a  modificarlos. Con independencia de ello, siempre he valorado a los   compañeros que confiaron en mí y me apoyaron extraordinariamente dentro del PSOE, especialmente en los comienzos.           

l        ¿En qué movimiento social o partido político comenzó?  Mi ideología es de tipo socialista, con una destacada defensa de las libertades,  los Derechos Humanos y el pluralismo. Por tanto la afiliación al PSOE de Andalucía y al Partido Sociaista Europeo (PSE) es, y ha sido siempre, la mas apropiada a mi manera de pensar y la que he ejercido en todo momento . 

Durante las tres legislaturas en las que fuí Eurodiputada adquirí una considerable experiencia internacional y allí nació mi proyecto “Mujeres por la Paz, todos por la paz” que cristalizó en la asociación que lleva este nombre y de la que soy Presidenta. Actualmente estoy asociada asimismo a:  Amnistía Internacional; a Solidaridad Internacional de Andalucía; a la UCA ( Unión de Consumidores de Andalucía); a las asociaciones de vecinos correspondientes a los lugares en los que resido; y a un sinnúmero de asociaciones de mujeres, algunas de las cuales me asocian a título honorífico; mi última adscripción ha sido al Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad de Granada, donde me propongo  realizar  próximas investigaciones.

l        ¿Hay algún momento crítico en el que se da cuenta que por ser mujer no puede participar en la política real de la misma manera que sus compañeros varones? 

En democracia y en una sociedad con libertades,  pienso que los impedimentos para que las mujeres participen en política son mas de tipo mental, socioeconómico o circunstancial mas que de otro orden. Nunca tuve sensación de no poder hacer las mismas políticas que hacían los demás, en igualdad de condiciones, capacidades, trato etc. Pero sin embargo, siempre he sido consciente de que la hacía de manera diferente a como la hacen mis compañeros varones; diferente,  porque las mujeres somos diferentes; y diferente,  porque mis factores personales también marcan diferencias individuales.

 Me gusta que en política se valore,  cuantitativa y cualitativamente,  el componente de género   ( de forma paritaria tal como se da en nuestra existencia ) pero  también el componente personal; si  los varones tienen derecho a ser considerados individualmente,  nosotras también: Hace tiempo que coquistamos el derecho a tener una personalidad individual. Las políticas colectivas de género que han sido necesarias para promover el acceso de las mujeres, y normalizar la situación, no deberían empañar este importante factor personal que hoy día queda a veces menospreciado.

l        ¿Le fue complicado participar en estos movimientos en estos primeros años de la Transición? En el caso de los partidos políticos, ¿contó con el apoyo de sus compañeros varones? ¿Qué tal eran las relaciones con las mujeres de otros partidos políticos o de las asociaciones de mujeres? 

No era nada complicado, cualquier contacto con los ambientes progresistas, pro-democracia, plataformas de solidaridad, etc. o en la propia universidad de los años 1965-1975, era muy fácil conectar con gente socialmente comprometida, las organizaciones eran clandestinas y sus militantes represariados, pero te acababas conociendo facilmente. Precisaban apoyo y todos eramos muy bien venidos, habia un gran compañerismo y solidaridad entre nosotros; no obstante éramos pocos los que ariesgábamos. Hacía falta tener una gran generosidad para enrolarse en los movimientos entonces, ya que no había nada que ganar y la represión del régimen franquista era brutal. Te jugabas todo, profesión, amistades, familia, crédito social. La política estaba muy mal vista, era algo maldito, estaba satanizada . Para la familia era una especie de tragedia cuando alguien se declaraba de izquierdas o demócrata, consecuencia de lo que se había sufrido en la guerra civil en todas las casa. Evidentemente, si se trataba de una mujer, aún peor, todo era aún mas dificil y el rechazo social mas despectivo: Las mujeres únicamente habían nacido para casarse, fundar un hogar, servir al marido y tener hijos. 

En cuanto a los compañeros de los partidos políticos, hubo periodos en que sí conté con un

respaldo generoso. En términos generales hasta la llegada del PSOE al poder, el apoyo interno entre compañeros era muy grato y muy amplio. Pero inevitablemente a partir del momento en que un partido político accede al gobierno, los cargos se convierten en codiciados y empieza a funcionar la promoción y la carrera política con demasiada competitividad. Comienzan a jugar muchos factores interesados a la hora de apoyar a los colegas,  sean hombres o mujeres. 

    En cuanto a las relaciones con mujeres de otros partidos o movimientos, siempre han sido excelentes pero coyunturales. Para mí las mas cercanas han sido las mantenidas con asociaciones feministas, que me suscitan una mayor complicidad y mutua comprensión. Me alegré mucho del giro operado en el feminismo español, hacia 1980, cuando comienza su ecercamiento a los  partidos políticos.    

VALORACIÓN PERSONAL DE LO CONSEGUIDO 

l        Treinta años después, ¿considera que la lucha feminista mereció la pena y consiguió algunos de sus objetivos? ¿Hubo tal vez demasiado desgaste? ¿Se supo transmitir a la sociedad las ideas por las que se luchaban?  

Por supuesto que mereció la pena. El avance conseguido, en libertades y derechos de las mujeres en España, es mucho mayor de lo que nunca pensamos que era posible avanzar. Me viene a la memoria –como referencia- una de mis primeras acciones parlamentarias, en defensa de que se suprimiera la “excedencia forzosa por matrimonio” para las telefonistas que eran despedidas de su puestode trabajo, simplemente por casarse. O el hecho de que una mujer no pudiera ni abrir una cuenta  en un banco sin el permiso del varón. Ni salir al extranjero porque no le daban el pasaporte  etc.,

Se han conseguido muchos objetivos pero no obstante queda un largo camino por hacer. Entre los retos inmediatos y mas urgentes señalaría que hace falta mucha “educación y formación en la igualdad” corrigiendo estereotipos; que es necesario erradicar tantos comportamientos machistas ( reiterados con frecuencia tanto por hombres como por mujeres) y finalmente, que es imprescindible compartir equilibradamente las tareas domésticas.

 El desgaste sufrido creo que es el esperable en cualquier acción política hecha realidad, pero no mas; en cuanto a la trasmisión del mensaje también me parece aceptable pues no veo que existan grandes equívocos, quizá las incomprensiones surgan mas por aplicación de estereotipos que actúan como censuras previas.  

l        ¿Qué valoración le daría a la actuación de las mujeres en los grupos políticos? ¿Y en los sindicatos?

Una buena valoración para el limitado poder que tenemos, ya que en mi apreciación, las mujeres apenas si tocamos poder político ni sindical.

En cuanto a los sindicatos, creo que aún no han avanzado tanto como los partidos políticos.

 Pero de los problemas que mas me preocupan hoy día es el de cambiar la manera de hacer la política, mejorarla y adecuarla, en algunos aspectos, a nuestra actual y paritaria visión del mundo. A mi juicio, como consecuencia de la paridad se hace necesario poner en marcha “nuevos modelos de decisión conjunta hombre-mujer”. Una cooperación de decisión hombres-mujeres, que aportará notables mejoras a las fórmulas tradicionales, tan monolíticamente masculinas y tan desacreditadas.

l        ¿Cómo fue el proceso de creación de los Centros Asesores de la Mujer en Andalucía?

El Presidente de la Junta  Preautonómica de Andalucía me nombró Consejera de su primer Gobierno Preautonómico, en calidad de consejera sin cartera,  pero para que me ocupara de los temas referidos a la situación de las mujeres en Andalucía. Elaboré un proyecto novedoso (el primero que existía en España) para poner en marcha los Centros Asesores de la Mujer que recibió el apoyo de dicho Gobierno Preautonómico, y así comenzamos. Fué un gran esfuerzo lleno de carencias ya que no teníamos apenas nada. Sólo nos sobraba, eso si, voluntad de atención a las mujeres y buenos profesionales al frente del proyecto. Los Centros de Sevilla, Granada, Córdoba y Málaga recibieron, de inmediato, una enorme aceptación que desbordaba nuestros limitados medios. Las asesoras/es y colaboradoras/es de los Centros, merecen  nuestro homenaje porque desarrollaron un extraordinario trabajo en una situación muy precaria, desde comienzos del 1978-79, cuando aún no había casi entramado institucional alguno, y lo hicieron con enorme generosidad y entrega. Ellos, a partir de la calidad de los servicios que prestaban, fueron los mejores artífices de su exitoso despegue y  porterior prestigio.  

l        ¿Qué valoración le daría a la creación y actividad del Centro Asesor de la Mujer de Málaga? 

Ya se sabe que preguntar a una madre sobre la valoración de su descendencia puede contener amplias dosis de visión subjetiva. Pero en este caso, la excelente labor desarrolada por el Centro de Málaga, ha sido reconocida, unánimemente y de forma general en diferentes etapas, incluso por administraciones de distinto signo político. La labor de Carmen Olmedo ha sido encomiable, su entrega y entusiasmo han supuesto un insigne servicio a Andalucía que no podremos olvidar nunca. En el caso de Málaga, el Centro ha aglutinado además a otras feministas de gran prestigio que con su presencia continuada le dan solera  y afianzan un  presente y futuro de lo mas  prometedor.    

 

 

                                                                 María Izquierdo Rojo

                                           Fundadora de los Centros Asesores de la Mujer

                                                                      Andalucía

 

                                                                                                            10 febrero, 2009

 

 

Hacia un mejor ejercicio de la política         tras la incorporacion de las mujeres

 

Muchos hemos sido los europeos comprometidos en la defensa del acceso de las mujeres a la representación política. Ahora en presente y a pesar de algunas carencias aún persistentes, podemos celebrar nuestro acierto: Hemos avanzado mas de lo que nunca pensábamos y gracias a ello se está produciendo una transformación social de enorme transcendencia en las políticas de igualdad del ser humano.

En este largo camino en el que tan sólo hemos comenzado a dar los primeros pasos, es ahora cuando alcanzamos a percibir la dinámica transformadora en la que nos introducen las consecuencias de la paridad. Es en este presente cuando se hace necesario poner en marcha nuevos modelos de decisión conjunta hombre-mujer” y la implementación de nuestras políticas con los nuevos contenidos y objetivos que derivan de la integración de las diferencias. Merecemos que las entidades públicas se pongan al día en el complejo mundo actual, que apliquen cuantas diferencias e innovaciones son resultado de los cambios operados y de las nuevas dimensiones sociales.

El acceso de las mujeres a la política es un derecho democrático de la persona y a ello hemos llegado a través de las políticas de igualdad. La consecución de nuestra incorporación ha sido pues el primer paso fundamental en las políticas europeas de Derechos humanos y de las Mujeres. Pero este proceso que hemos desencadenado, esa dinámica de cambio iniciada, ha de ser continuada en todas sus consecuencias, dando cauce a las diferencias y potencialidades que contiene.

El nuevo modelo de decisión conjunta, de cooperación decisional hombres-mujeres, aportará notables mejoras a esas fórmulas tradicionales, monolíticamente masculinas y tan desacreditadas al haber sido el marco de la secular exclusión política de todo un género humano. Frente a ello, nuestro actual reto es el de invertir lo mejor de las diferencias y hacer que fructifiquen en una política integradora. El objetivo es ir implantando un modelo decisional conjunto, que llege a transformar, modernizar y a adecuar la actuación política a las necesidades del amplio y complejo mundo actual. Este espacio paritario en el que ha de desarrollarse la política en el próximo futuro, está compuesto de hombres y mujeres, ambos, dispuestos a superar los viejos estereotipos machistas y decididos a implantar nuevas maneras de ser y de estar en la política, ambos compartiendo un espacio común de representatividad y gobernabilidad.

Una nueva política que debería gestarse en el marco europeo. La Unión Europea es el ámbito idóneo para abrir estas perspectivas, planes, marcos de actuacion, programas y proyectos que marquen los ejes y bases de las pertinentes reformas. Con ello recuperaríamos la audacia de nuestros mejores tiempos, en detrimento de los peligros de burocratización que nos acechan. Es aquí en la UE donde, una vez que hemos logrado el acceso de las mujeres a las instituciones y a la vida social ciudadana, se nos presenta la oportunidad de utilizar esta nueva dinámica innovadora para mejorar nuestro ejercicio de la política: La presencia paritaria y compartida de hombre y mujeres en las tareas poíticas, no debe quedarse en una mera cuestión de percepción visible, de protagonismo o de presencias, debe calar profundo para llegar a activar y desencadenar toda una serie de transformaciones políticas necesarias que los ciudadanos vienen demandando hace tiempo.

María Izquierdo Rojo

 

 

Secuencia de los hechos: La plataforma de apoyo a la candidatura de María Izquierdo decidió, finalmente, no presentar su candidatura

        La Plataforma de apoyo a la candidatura de María Izquierdo había decidido el día 24, a las 21h, aceptar la oferta que cerraba un acuerdo con el candidato Chema Rueda, hoy ya nuestro Secretario General, consistente en la integración de algunos miembros y de María Izquierdo como Presidenta.  Ésta intentó comunicarse por teléfono con Rueda aquella noche sin conseguirlo,  a las 23h éste le indicó que el acuerdo era posible y que se citaban al día siguiente.

      No obstante, a las 9.30 horas del día 25, antes de iniciarse la Asamblea, Rueda informó por primera vez a María Izquierdo de que aún no cerraba el acuerdo porque, ahora,  también contemplaba el poder dar la Presidencia a otra compañera del Grupo municipal,  e incluso, quizá, a otro de los candidatos. Por lo que le diría mas tarde qué opción tomaba finalmente.  

       Cuando se inició el punto del orden del día sobre el «debate de gestión» nuestra Plataforma aún no había sido informada de la ausencia de Presidencia en la candidatura de Rueda.

       No obstante, en la Plataforma habíamos contemplado esta posibilidad resolviendo que,  en tal supuesto, no presentaríamos nuestra candidatura finalmente.

      Luego participamos en la votación satifechos de la afluencia de afiliados y hoy felicitamos a la nueva Comisión Ejecutiva Municipal y a su Secretario General, deseándoles todo tipo de aciertos en su gestión. Nosotros seremos sus mas leales colaboradores en este ejercicio.