“Memoria democrática o difamación política”

-No se puede considerar franquistas en una ley a los Gobiernos de 1978 a 1983-

Publicado en El Comercio, 7/7/22

JOSÉ IBARROLAJAVIER TAJADURA TEJADAPROFESOR DE DERECHO

El proyecto de Ley de Memoria Democrática, aprobado por el Consejo de Ministros hace un año, estuvo paralizado durante meses y ahora el PSOE y Podemos han acelerado la tramitación para que pueda ser aprobado, en principio, la próxima semana. Si, como sostienen algunos, con la aprobación de esta norma se pretende dar respuesta a la derrota electoral en Andalucía, la desorientación del Gobierno sería notable, porque si algo ha puesto de manifiesto el resultado de las elecciones andaluzas es que este tipo de medidas sectarias genera cada vez menos respaldo popular.

Las cuestiones más controvertidas del proyecto son la referencia a la ley de amnistía -que realmente es inocua- y a la creación de una comisión para investigar vulneraciones de derechos humanos producidas después de la aprobación de la Constitución, que implica un supuesto inaceptable de difamación política.

El proyecto de ley incluye un precepto que dice: «Todas las leyes del Estado español, incluida la Ley 46/1977, de 15 de octubre, de Amnistía, se interpretarán y aplicarán de conformidad con el Derecho internacional convencional y consuetudinario y, en particular, con el Derecho Internacional Humanitario, según el cual los crímenes de guerra, de lesa humanidad, genocidio y tortura tienen la consideración de imprescriptibles y no amnistiables». Los representantes de Podemos sostienen que la aprobación de esta disposición supone «el fin de la impunidad de los crímenes del franquismo». Y por ello ha sido calificada por el dirigente comunista Enrique Santiago como «la piedra angular de la reforma».

El PSOE, por el contrario, sostiene que la cláusula no supone ningún cambio respecto a lo aplicado hasta ahora puesto que ninguna norma penal (desfavorable) puede ser aplicada retroactivamente. Los portavoces socialistas tienen toda la razón, pero precisamente por ello, y para evitar la confusión, si como expresamente reconocen la aprobación de esta norma «no supone cambio alguno», es evidente que sería mucho mejor no aprobarla. Desde un punto de vista jurídico, carece de sentido llevar adelante leyes que no tienen consecuencias jurídicas.

Y, ya desde un punto de vista político, es imprudente e irresponsable apoyar una norma que contribuya a poner en cuestión el principio de reconciliación nacional -formulado por vez primera por el PCE- que está en la base de la Constitución como acta de paz -en acertada expresión de Alfonso Guerra-. Por ello, y desde el punto de vista de la defensa de la Transición política y del consenso constitucional, el proyecto de ley deja mucho que desear.

Al margen de que la ‘memoria’ no es un objeto susceptible de ser regulado por el legislador, lo que no se puede aceptar es la utilización de esa regulación para dividir a la sociedad. Con todo, lo más grave e inaceptable es la inclusión de una enmienda de Bildu, aceptada por el PSOE y según la cual «las consecuencias del franquismo se mantuvieron en el tiempo hasta 1983». Lo de menos es que en todos esos planteamientos subyace un error de incomprensión respecto a lo que fue el franquismo, un poder de hecho que como tal desapareció con la muerte del dictador. Hablar de consecuencias del franquismo -una vez desaparecido Franco- en el plano histórico es posible, pero lo que no puede aceptarse es su proyección en un texto jurídico. Hacerlo de esta manera supone considerar franquistas a los distintos gobiernos legítimos de España entre 1978 y 1983.

La enmienda pactada por el PSOE con Bildu se basa en el supuesto de que, aprobada la Constitución, se siguieron produciendo casos de «vulneración de derechos humanos a personas por su lucha por la consolidación de la democracia, los derechos fundamentales y los

valores democráticos». Por ese motivo, se añade al proyecto una disposición adicional que contempla «la designación de una comisión técnica que elabore un estudio sobre dichos supuestos entre la entrada en vigor de la Constitución de 1978 y el 31 de diciembre de 1983» para señalar posibles vías de reconocimiento y reparación.

La aprobación definitiva de esta enmienda supondría consagrar en un texto legal una falsedad histórica y una difamación política. La falsedad consiste en sostener que el franquismo estuvo vigente y perduró hasta 1983, con lo que indirectamente se pretende legitimar las actuaciones de grupos terroristas y subversivos que atentaron en esos cinco años. Esa falsedad histórica implica una difamación política: la de los distintos gobiernos de UCD -de Adolfo Suárez y de Leopoldo Calvo Sotelo- y el primero del PSOE presidido por Felipe González, que, entre 1978 y 1983, tuvieron que afrontar la complicada tarea de consolidar la democracia en España frente a quienes aspiraban a destruirla. Desde esta óptica, el principal efecto de la futura ley de Memoria Democrática será deslegitimar la Transición y erosionar la convivencia democrática.

Álvaro Gil-Robles: Que no os engañen, Rusia no irá a la Corte Internacional

EFE, Segovia5 abr. 2022

El que fue el primer comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa (1999-2006), Álvaro Gil-Robles, ha opinado este martes que Rusia no será juzgada por el Tribunal Penal Internacional porque esta potencia no ha firmado y aceptado el tratado que legitima el órgano y por su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

«Que no os engañen, no se llevará a Rusia ante el Tribunal Penal Internacional», ha afirmado en Segovia durante una ponencia en el ‘X Encuentro de Valores Democráticos y Fuerzas Armadas’ organizado por la Universidad de Valladolid, la Fundación Valsaín y la Academia de Artillería, del que se ha ausentado por un imprevisto familiar el exministro de Educación y de Defensa y actual presidente de UNICEF Comité de España, Gustavo Suárez Pertierra.

En declaraciones a Efe, Gil-Robles ha matizado que, si el presidente de la Federación Rusa acaba sentado en este tribunal internacional «no va a ser mañana» y ha comparado esta situación con lo que ocurrió con Estados Unidos y la guerra de Irak: «Las grandes potencias hablan mucho pero luego se protegen frente a los crímenes que cometen ellas mismas», ha reflexionado. 

«Pero eso no quita para que haya una condena moral, ética y política de quienes han permitido, lanzado y provocado esta catástrofe en Europa», ha continuado, en relación a la guerra y, en concreto, a la masacre en la localidad de Bucha que Ucrania ha denunciado en las últimas horas. 

Según Gil-Robles, que también desempeñó el cargo de Defensor del Pueblo entre 1988 y 1993, lo primero que hay que hacer es «acreditar todas estas masacres», al margen «del sentimiento emocional que uno puede sufrir viendo esta barbarie». 

«Fiscales y personal judicial tienen que garantizar que todo esto es cierto, que se ha cometido y quién razonablemente se puede pensar que ha cometido estos crímenes, si son los soldados rusos, los oficiales, o lo que se decida en su día», ha analizado. 

A partir de ahí, ha relatado, se debe poner en marcha la «maquinaria» para delimitar las responsabilidades de lo ocurrido, «hasta donde haga falta». 

Preguntado por si esto afectará a las conversaciones de paz, ha anhelado que no sea así: «Espero que no, porque la paz es mucho más importante para evitar que siga habiendo estas barbaridades, estos crímenes y estos horrores», ha razonado.

«Espero que las partes sigan sentadas a la mesa, que los mediadores sigan ayudando a que las partes se entiendan y que se llegue a una paz real, a una no violencia sobre el territorio ucraniano», ha comentado.

Al hilo de la guerra en Ucrania y cuestionado sobre si España debe aumentar su gasto militar, Gil-Robles ha defendido que cada país debe tener «un gasto militar razonable y suficiente para garantizar su seguridad» y «España no puede ser una excepción».

Ha abogado por «un ejército propio de disuasión, no se agresión» de la Unión Europea, que exige «lo que no hemos hecho durante muchísimos años»: «Invertir en la constitución de ese Ejército, que exige unos gastos obviamente superiores a los que hemos tenido hasta ahora. No desproporcionados, pero si superiores», ha concluido. 

Durante su conferencia en el encuentro, Gil-Robles ha analizado otros aspectos de la guerra de Ucrania y ha opinado que al ejército ruso «le falta motivación y formación» en valores democráticos: «Sustituyen la formación por la brutalidad y la venganza», ha apuntado. 

Ha precisado que no le extraña «absolutamente nada» las «barbaridades» cometidas contra la población civil ucraniana por parte de esta potencia después de haber visto escenas similares durante la guerra de Chechenia cuando era comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa y ha cuestionado la responsabilidad de «los soldados de base» rusos. 

«Supongo que los que están luchando hoy en Ucrania están igual de aterrorizados por la defensa heroica que están haciendo los ucranianos de su país, que ellos sí están motivados porque están defendiendo su país, su familia, sus ciudades, su libertad», ha señalado. 

Ha contrapuesto esta situación con la de los soldados rusos que están atacando Ucrania, muchos de ellos no profesionales: «No saben por qué están, les han mentido sobre por qué han ido, y probablemente estén también bajo los efectos de narcóticos y por eso todas estas salvajadas», ha apuntado. 

Gil-Robles ha señalado como «responsables» a los oficiales y a «quienes han permitido todo esto», subiendo en la escala hasta el presidente de Rusia, Vladimir Putin: «Que no habrá apretado el gatillo, pero habrá permitido y creado las circunstancias para que esto se produzca y, por lo tanto, tiene una responsabilidad política, ética y ya veremos en su día si también la tendrá judicial», ha concluido. EFE

Antonio GUTERRES en Moldavia

Guterres aprovechó, en Moldavia, una vez más para hacer un llamamiento a la paz: «Esta tragedia demuestra que la guerra es una cosa sin sentido y que este conflicto debe parar», decía ante los medios. «No hay solución militar para los problemas a los que nos enfrentamos. Es absolutamente necesario detener esta guerra y que prevalezca el derecho internacional».

El Secretario General solicita a los presidentes de Rusia y de Ucrania que lo reciban en sus capitales

Edificios destruidos en Borodianka, en el oblast de Kyiv, Ucrania

Edificios destruidos en Borodianka, en el oblast de Kyiv, Ucrania

© UNDP/Oleksandr Ratushniak

20 Abril 2022

ONU y Secretario General

El titular de la ONU busca discutir con los mandatarios medidas urgentes para lograr la paz. La iniciativa forma parte de los buenos oficios del líder de la Organización y refleja su compromiso desde que empezó el conflicto, dice el portavoz de António Guterres.

El Secretario General de las Naciones Unidas solicitó a los presidentes de Rusia y de Ucrania que lo reciban en Moscú y Kyiv, respectivamente, informó este miércoles el portavoz de António Guterres.

“Ayer por la tarde, se entregaron sendas cartas a las Misiones Permanentes de la Federación de Rusia y Ucrania. En esas cartas, el Secretario General pidió al presidente Vladimir Putin que lo reciba en Moscú y al presidente Volodymyr Zelenskyy que lo reciba en Kyiv”, anunció Stephane Dujarric en su encuentro diario con la prensa.


En un momento “de gran peligro y consecuencias, le gustaría discutir medidas urgentes para lograr la paz en Ucrania y el futuro del multilateralismo basado en la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional”, abundó.

En nombre de Guterres, Dujarric destacó que tanto Ucrania como la Federación de Rusia son miembros fundadores de las Naciones Unidas y que siempre han apoyado con firmeza a la Organización.

El portavoz explicó que la iniciativa forma parte de los buenos oficios del Secretario General y que refleja su compromiso desde que empezó el conflicto. Agregó que no se trata de una petición surgida en pocas horas, ya que Guterres ha trabajado en ella desde hace tiempo.

Dujarric indicó que el titular de la ONU tomará las medidas adecuadas según las respuestas que reciba y añadió que hasta el momento ninguna de las misiones ha contestado la solicitud.

En cuanto a cómo se conformaría la delegación en caso de que se concretara el viaje, dijo que se daría a conocer en el momento oportuno. “Estamos dando un paso a la vez, lo primero es recibir una respuesta de ambas capitales”, recalcó.

Personas huyen de Ucrania en el paso fronterizo de Medyka y en la estación de tren de Przemysl, Polonia.

© IOM/Francesco Malavolta

Personas huyen de Ucrania en el paso fronterizo de Medyka y en la estación de tren de Przemysl, Polonia.

Empeora la situación humanitaria

Por su parte, la Oficina del coordinador de la ONU para las Crisis alertó de la creciente emergencia humanitaria en Ucrania en medio de una intensificación de la ofensiva rusa en el este del país.

“La pérdida de vidas y el trauma causado por los ataques a hospitales, escuelas y lugares de refugio es absolutamente impactante, al igual que la devastación de la infraestructura civil crítica en el país”, dijo el encargado para Ucrania de esa oficina, Amin Awad.

La guerra ha generado la mayor y más rápida ola de desplazamientos de la historia reciente, doce millones de personas, desde que inició en febrero pasado. Cinco millones de esos ucranianos han huido del país buscando refugio en las naciones vecinas.

De los al menos siete millones de desplazados que siguen en Ucrania, muchos carecen de servicios básicos como agua o electricidad.

Además, unos doce millones de personas pasan dificultades económicas y padecen la disminución de los servicios esenciales.

La ONU detalló que a partir del comienzo de las hostilidades se han registrado más de 130 ataques a instalaciones sanitarias y que la contaminación del terreno con artefactos explosivos en conjunto con la inseguridad dificultan el acceso en el este del país.

Una familia evacuada de la ciudad de Irpin, en la región ucraniana de Kiev.

UNICEF/Julia Kochetova

Una familia evacuada de la ciudad de Irpin, en la región ucraniana de Kiev.

Riesgo de ramificaciones

El representante para Ucrania afirmó que el impacto inmediato de esta guerra es muy grave en Ucrania y advirtió que “podría tener ramificaciones globales y colocar a 1700 millones de personas en el mundo en riesgo de pobreza, hambre e indigencia”.

Awad acotó que la conflagración podría afectar a Ucrania durante generaciones y se sumó al Secretario General llamando a la moderación y abogando por una pausa humanitaria.

Consideró que dicha pausa permitiría el paso seguro de civiles dispuestos a abandonar las áreas de conflicto y la entrega segura de ayuda humanitaria urgente a las personas en las áreas más afectadas de Mariúpol, Kherson, Donetsk y Luhansk.

Las agencias de la ONU y sus socios ampliaron las operaciones de socorro para llegar a 2,5 millones de personas en toda Ucrania desde que empezaron los enfrentamientos.

Violencia sexual y guerra

La impunidad ante las agresiones a las mujeres en Ucrania solo se combatirá reuniendo pruebas contra los culpables

Protesta de mujeres ante la Embajada rusa en Lituania denunciando los crímenes contra las mujeres cometidos durante la invasión de Ucrania.
EFE

Publicado en El País, editorial , 19 de abril, 2022

La retirada de las tropas rusas de las ciudades ocupadas en Ucrania ha sacado a la luz el horror de las ejecuciones de civiles y un número cada vez mayor de casos de violencia sexual contra mujeres, incluido el secuestro y violación por parte de soldados del Ejército ruso de 25 jóvenes. Entre ellas había niñas de 14 años que fueron retenidas durante un mes en un sótano, según han denunciado el alcalde de Bucha y la Defensora del Pueblo de los Derechos Humanos de Ucrania. Unicef y ONU Mujeres han pedido una investigación independiente sobre las agresiones sexuales, consideradas parte de los crímenes de guerra.

Las violaciones en grupo y las agresiones sexuales denunciadas en Ucrania son congruentes con un tipo de ofensiva como la que Vladímir Putin ha diseñado, con ataques indiscriminados contra la población civil, fuerte presencia de mercenarios y una marcada voluntad de castigo contra la desafección a la causa rusa. La violencia sexual se utiliza como un arma de guerra destinada a causar terror en la población y desmoralizar a quienes integran la resistencia contra el ejército invasor.

Cada vez hay más mujeres en los ejércitos, y en la guerra de Ucrania muchas jóvenes se han unido a los grupos de combate y resistencia. Tanto las mujeres que huyen de los bombardeos para proteger a los niños como las que permanecen en las ciudades sitiadas y ocupadas se convierten en un soporte esencial para la subsistencia de la población vulnerable. En ese contexto, violar y matar a las mujeres y a las niñas es una forma de destruir la comunidad, como hemos visto en el conflicto del Congo, donde se estima que cerca de 500.000 mujeres han sido objeto de agresiones sexuales por parte de soldados en los últimos veinte años. La guerra suele ir acompañada de una exaltación de la hipermasculinidad y para muchos combatientes, tomar el cuerpo de las mujeres de la comunidad vencida forma parte de la conquista del territorio. Otra fuente dramática de vulnerabilidad está en la trata de mujeres. La frontera y la desesperación de la huida es el caldo de cultivo para las redes mafiosas dispuestas a victimizar doblemente a las mujeres con engaños y abusos que a menudo acaban en un camino sin retorno hacia la prostitución.

Reunir pruebas de las agresiones sexuales cometidas, como ya han empezado a hacer la Fiscalía ucrania y el Tribunal Penal Internacional, es una tarea imprescindible para que los responsables tengan que rendir algún día cuentas. La resolución 1325 de Naciones Unidas, adoptada en octubre de 2000, insta a garantizar la protección de mujeres y niñas frente a violaciones y otros abusos sexuales en situaciones de guerra. El Tribunal Penal Internacional condenó en 2019 al ruandés Bosco Ntaganda a 30 años de prisión por 18 crímenes de guerra, que incluían violaciones y esclavitud sexual. Solo cuando cesen los combates en Ucrania se conocerá el alcance real de este tipo de violencia. Eso es lo que sucedió en la guerra de los Balcanes, cuando una misión de investigación de la Unión Europea concluyó que más de 20.000 mujeres y niñas habían sido violadas por soldados serbios durante la guerra. Los agresores tienen que tener claro que ninguna de estas violencias puede quedar sin castigo.